Sientes celos, los sientes, aquí, cerquita de ti, acechando, ahogando, asfixiando, atormentando, malmetiendo, menoscavando, despreciando, destrozando, desgarrando todos y cada uno de los recodos de tu corazón. Los celos atraen todo lo bueno que haya en él, lo manipulan, lo transforman, lo amorfan, lo hacen casi irreconocible. Pero también lo hacen crecer, crecer, y crecer, sentir que nada en el mundo es tan grande como lo que sientes, que todo debería sucumbir ante todo aquello que soñaste un día para ella. Los celos te hacen sentir que nada en el mundo...¡no! ¡en el universo!que nada en el universo puede darle lo que tú puedes proporcionarle, que todo aquello que exista, que no seas tú, pretende hacerle daño, y también te hacen sentir tan inferior... tan poco merecedor de aquello por lo que suspiras...algo, que para colmo, nisiquiera es tuyo.
Los celos te vuelven idiota, pero son el pan de cada día del que ama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario