
El aire que poco a poco se escapa de mis pulmones,
Siento que me faltan fuerzas para evitar su huida…
Fuerza que tú me dabas, fuerza que tú traías,
Fuerza con la que llenabas mi vida de ilusiones.
Entraste en mi vida de repente, sin darme tiempo a cerrar puertas y ventanas,
Todo lo alteraste, todo lo cambiaste, sin importarte el orden anterior,
Yo accedí, me enamoré, lo entregué todo por amor,
Tú estabas a mi lado, me querías, y nada más importaba.
Cambiaste mi vida, la llenaste de pasión, esperanza, de luz…
Y de pronto te marchaste sin esperar que soltase tu corazón,
Llevándote contigo un trozo de mí, arrancando sin piedad de mi vida la razón…
Sin embargo mi existencia se reduce a ti, aún te amo, aún.
¿Qué es el orgullo, la dignidad, la integridad?
Todo eso me robaste, para mi no tienen significado,
Tus crueles palabras, ¿crees que las he olvidado?
Me robaste todo, hasta mi felicidad, aunque no me importa, yo era tuya ya.
Mis lágrimas parecen nunca acabarse,
Lloro al recordarte sonriente, recordarte cariñosa,
Lloro al recordarte fría y distante, perversa y calculadora,
Por el “tú y yo”, por nosotras, por el “antes”.
Nada me da que sepan qué soy y lo que amo,
Menos me da que sepan que te quiero,
Es lo más grande que he sentido hasta el momento…
No me importa gritar al mundo, que te deseo, que te extraño.
Ojalá tú compartieses esto que digo, esto que me quema…
Estás tan cerca, pero tan lejos,
Estoy cansada de verte en mis ojos cuando me miro al espejo…
Me dejaste vacía, arrancaste mi corazón, no lo trajiste de vuelta.
Y este abismo al que me caigo, eterno me parece,
Deseo llegar al final y olvidar hasta mi nombre,
Olvidar ese dolor de cuando algo dentro se rompe…
No sé cómo parar, cómo hacer que todo cese.
Ahora solo queda seguir adelante sin abrigo, a pesar del crudo frío,
Pensar en lo bueno que me diste y recordarte sin dolor,
Seguir viviendo como puedo con mi malherido corazón…
Aunque si algún día lo echas de menos vuelve, sé que aún sabes el camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario