Estamos acostumbrados a ver en las series, en las películas, en los libros, que el amor puede vencer todos los obstáculos, pero a veces el amor no es suficiente. A veces, hay brechas tan grandes entre dos personas que ni el amor más fuerte es capaz de acercarles, y en este punto es en el que todo se vuelve oscuro, la relación se vuelve tóxica, lo que debería ser felicidad se convierte en agobio, discusiones, reproches... y dolor, sobre todo mucho dolor. Y lo peor de todo es que no solo ocurre en relaciones de pareja, no hablo solo de ese tipo de amor.
Es por eso por lo que hay que saber dónde está el límite, hay que saber cuando una persona no es buena para ti, cuando su presencia en tu vida y la tuya en la suya os absorbe, acaba con aquello que deberíais ser, os roba la posibilidad de ser felices alguna vez.
El amor, como el cartero, siempre llama dos veces. Es algo que cuesta creer, que a mí me cuesta creer, pero la vida está llena de posibilidades. Si te quedas anclado en el pasado jamás conocerás lo que el futuro tiene preparado para ti. Estancarse en una etapa dolorosa es autodestructivo, frustrante y acaba con el más mínimo ápice de motivación.
Yo he decidido que quiero ser feliz, quiero cortar por lo sano, separarme por completo de la persona que me ha estado arruinando la vida durante tantos años, que soy yo misma. Quiero dejar atrás a la parte más oscura de mí, una parte que ya nació conmigo pero que he ido potenciando con pensamientos negativos y empecinándome en salvar lo que no puede ser salvado hasta convertirla en el mayor obstáculo que voy a conocer.
Cuesta dejar ir el pasado, cuesta dejar de aferrarse a los recuerdos, dejar de alimentar a la bestia en la que se han convertido nuestros miedos, rencores y decepciones más profundas. Cuando los ojos se acostumbran a la oscuridad de un lugar, de algún modo eso nos impide dar un solo paso más, temiendo acabar en un lugar peor, más oscuro, uno que aún no conocemos, pero siempre es mejor avanzar.
Quiero dejar de preguntarme ¿y si...? ¿cómo hubiera sido...? ¿si hubiera hecho...? Ya está bien, no más miedo ni rencor, no más resentimiento, no más culpa, ni para mí ni para nadie.
Quiero avanzar, caerme, quiero volver a enamorarme y volver a sufrir por ello o por cualquier otra cosa si eso es lo que me depara la vida, pero por encima de todo quiero vivirla, necesito vivirla, porque hace demasiado que no lo hago.
Voy a empezar de cero en más sentidos de los que nadie imagina y eso, a la par que me asusta, me da una paz que hace mucho que no siento.
Mi vida empieza ahora, y el pasado es ancient history.
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