Un grito desgarró la
madrugada y mi cuerpo se incorporó como un resorte. Miré a mi lado en busca de
la mirada cómplice de Jeremy, pero mi hermano no estaba. Automáticamente sentí
una gota de sudor frío resbalando por mi nuca y salí de mi saco, vistiéndome en
apenas un segundo. Sin saber muy bien por qué, me guardé la caja en el bolsillo
de la chaqueta y salí de la tienda.
Fuera, Cam me miraba con
los ojos desorbitados mientras intentaba calmar a una histérica Rachel. Nathael
abrazaba a Valerie que lloraba desconsolada en su pecho y Liam agarraba a Beth
por la cintura, que enloquecida luchaba por acercarse a un cuerpo desnudo que
se retorcía en el centro de aquel extraño círculo que conformábamos. Por
primera vez me fijé en ese sujeto agonizante y, aunque estuviese mal, deseé con
todas mis fuerzas que aquel cuerpo fuera Rick.
Intenté acercarme pero unos
brazos me rodearon por detrás, impidiéndome seguir avanzando hasta el punto de
elevarme del suelo.
-¡No te acerques, Tryger!
¡Puede ser peligroso! – Se me cayó el alma a los pies cuando escuché la voz de
Rick cerca de mi oído. Sin saber de dónde había sacado la fuerza, me deshice de
sus brazos y lo aparté de un empujón que lo tiró de espaldas. Eché a correr y
caí arrodillado al lado de mi hermano, que estaba gritando y retorciéndose de
dolor con una gran herida sangrante en el costado.
-¡Jer! ¡Jeremy! Joder, Jer,
¿qué te pasa? –Cuando fui a darle la vuelta pude oír el chasquido de sus huesos
y cómo estos se movían bajo mis dedos. Empezaba a sentirme profundamente
mareado. Cuando me fijé en su piel entendí por qué los chicos no se habían
acercado. Parecía corrompida, algo extraño salía de ella. Casi no era capaz de
mirar a mi hermano a la cara porque temía encontrarme frente a una expresión
torturada que no sabía cómo enmendar, pero entonces el reflejo de su sonrisa me
acosó por el rabillo del ojo. ¡Estaba sonriendo!
Tragué saliva y saqué la
caja de música. Escuché los pasos de Rick acercándose a mí en armonía con el
chasquido de los huesos de Jer. Antes de que mi amigo pudiera detenerme, di
cuerda a la caja y justo cuando acabé sentí de nuevo la tenaza de sus brazos.
Yo pataleaba e intentaba oponerme, pero era más fuerte que yo. Me arrastraba
lejos de mi hermano y pensé que todo estaba perdido, hasta que noté que la caja
se había caído de mis manos y se abría en el suelo donde momentos antes yo
estaba arrodillado.
Todo el mundo calló y se
quedó inmóvil cuando la melodía de la caja empezó a sonar. Incluso Jeremy dejó
de retorcerse. Las notas flotaban en el aire y creaban una composición
complicada pero sencilla, estimulante a la vez que portadora de una enorme paz.
Juraría que la caja no sonaba tan alto, pero en ese momento estaba seguro de que
cualquier ser del bosque podría oírla.
Ya sin chasquidos, el
cuerpo de mi hermano fue cambiando. Lo que antes no pude identificar era pelo
que ahora cubría toda su piel y su espalda se curvó hasta mantenerlo sobre
cuatro extremidades que ya no eran humanas. Su mandíbula se alargó y de ella
surgieron unos inmaculados colmillos. La luna fue cubierta por unos siniestros
nubarrones dejándonos completamente a oscuras y un aullido segó el tenso aire
que respirábamos.
Las nubes se disiparon para dejarnos ver a un enorme lobo que nos observaba con cautela y, cuando su fiera mirada se posó en la mía, pude ver con claridad los ojos de mi hermano.
Omg, a ver si subes el siguiente capítulo pronto, porque creo que no puedo con tanto fangirleo. Te admiro muchísimo, por favor, sigue así. Algún día podré ir toda orgullosa a una librería para tener esta historia en papel, estoy segura. Ésta, y muchas más.
ResponderEliminarSoy tu fan número uno, ¿sabes?
Con cariño, Isa.
¡Muchísimas gracias, pequeña! Subiré lo más pronto que pueda, en cuanto saque un ratillo para seguir escribiendo. Gracias por animarme siempre, siempre, siempre. Me has devuelto las ganas de escribir cada día porque gracias a ti sé que hay alguien que está deseando leerme... Gracias por ser mi fan y gracias por ser tú. Te quiero, y mucho.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo tienes que agradecerme nada, te has ganado a pulso que sea tu fan, y para eso eres mi ídola, para esperar pacientemente hasta que estés lista para una nueva entrada. No quiero que te preocupes ni te sientas presionada, no me importa cuánto tiempo espere para la siguiente actualización de esta increíble obra; sé que merece la pena aguardar porque lo que me encuentro siempre que vengo es una obra de arte. Visito cada día tu blog, y nunca dejaré de hacerlo; actualices o no. Y esto sólo puede significar que eres mi escritora favorita, y seré eternamente fiel a la persona que me provoca mil y una sensaciones con sus escritos.
ResponderEliminarYo también te quiero, más de lo que podría describir con palabras.