sábado, 26 de octubre de 2013

Where's that howl coming from?

Un grito desgarró la madrugada y mi cuerpo se incorporó como un resorte. Miré a mi lado en busca de la mirada cómplice de Jeremy, pero mi hermano no estaba. Automáticamente sentí una gota de sudor frío resbalando por mi nuca y salí de mi saco, vistiéndome en apenas un segundo. Sin saber muy bien por qué, me guardé la caja en el bolsillo de la chaqueta y salí de la tienda.

Fuera, Cam me miraba con los ojos desorbitados mientras intentaba calmar a una histérica Rachel. Nathael abrazaba a Valerie que lloraba desconsolada en su pecho y Liam agarraba a Beth por la cintura, que enloquecida luchaba por acercarse a un cuerpo desnudo que se retorcía en el centro de aquel extraño círculo que conformábamos. Por primera vez me fijé en ese sujeto agonizante y, aunque estuviese mal, deseé con todas mis fuerzas que aquel cuerpo fuera Rick.

Intenté acercarme pero unos brazos me rodearon por detrás, impidiéndome seguir avanzando hasta el punto de elevarme del suelo.

-¡No te acerques, Tryger! ¡Puede ser peligroso! – Se me cayó el alma a los pies cuando escuché la voz de Rick cerca de mi oído. Sin saber de dónde había sacado la fuerza, me deshice de sus brazos y lo aparté de un empujón que lo tiró de espaldas. Eché a correr y caí arrodillado al lado de mi hermano, que estaba gritando y retorciéndose de dolor con una gran herida sangrante en el costado.

-¡Jer! ¡Jeremy! Joder, Jer, ¿qué te pasa? –Cuando fui a darle la vuelta pude oír el chasquido de sus huesos y cómo estos se movían bajo mis dedos. Empezaba a sentirme profundamente mareado. Cuando me fijé en su piel entendí por qué los chicos no se habían acercado. Parecía corrompida, algo extraño salía de ella. Casi no era capaz de mirar a mi hermano a la cara porque temía encontrarme frente a una expresión torturada que no sabía cómo enmendar, pero entonces el reflejo de su sonrisa me acosó por el rabillo del ojo. ¡Estaba sonriendo!

Tragué saliva y saqué la caja de música. Escuché los pasos de Rick acercándose a mí en armonía con el chasquido de los huesos de Jer. Antes de que mi amigo pudiera detenerme, di cuerda a la caja y justo cuando acabé sentí de nuevo la tenaza de sus brazos. Yo pataleaba e intentaba oponerme, pero era más fuerte que yo. Me arrastraba lejos de mi hermano y pensé que todo estaba perdido, hasta que noté que la caja se había caído de mis manos y se abría en el suelo donde momentos antes yo estaba arrodillado.

Todo el mundo calló y se quedó inmóvil cuando la melodía de la caja empezó a sonar. Incluso Jeremy dejó de retorcerse. Las notas flotaban en el aire y creaban una composición complicada pero sencilla, estimulante a la vez que portadora de una enorme paz. Juraría que la caja no sonaba tan alto, pero en ese momento estaba seguro de que cualquier ser del bosque podría oírla.

Ya sin chasquidos, el cuerpo de mi hermano fue cambiando. Lo que antes no pude identificar era pelo que ahora cubría toda su piel y su espalda se curvó hasta mantenerlo sobre cuatro extremidades que ya no eran humanas. Su mandíbula se alargó y de ella surgieron unos inmaculados colmillos. La luna fue cubierta por unos siniestros nubarrones dejándonos completamente a oscuras y un aullido segó el tenso aire que respirábamos.


Las nubes se disiparon para dejarnos ver a un enorme lobo que nos observaba con cautela y, cuando su fiera mirada se posó en la mía, pude ver con claridad los ojos de mi hermano.

4 comentarios:

  1. Omg, a ver si subes el siguiente capítulo pronto, porque creo que no puedo con tanto fangirleo. Te admiro muchísimo, por favor, sigue así. Algún día podré ir toda orgullosa a una librería para tener esta historia en papel, estoy segura. Ésta, y muchas más.
    Soy tu fan número uno, ¿sabes?

    Con cariño, Isa.

    ResponderEliminar
  2. ¡Muchísimas gracias, pequeña! Subiré lo más pronto que pueda, en cuanto saque un ratillo para seguir escribiendo. Gracias por animarme siempre, siempre, siempre. Me has devuelto las ganas de escribir cada día porque gracias a ti sé que hay alguien que está deseando leerme... Gracias por ser mi fan y gracias por ser tú. Te quiero, y mucho.

    ResponderEliminar
  3. No tienes que agradecerme nada, te has ganado a pulso que sea tu fan, y para eso eres mi ídola, para esperar pacientemente hasta que estés lista para una nueva entrada. No quiero que te preocupes ni te sientas presionada, no me importa cuánto tiempo espere para la siguiente actualización de esta increíble obra; sé que merece la pena aguardar porque lo que me encuentro siempre que vengo es una obra de arte. Visito cada día tu blog, y nunca dejaré de hacerlo; actualices o no. Y esto sólo puede significar que eres mi escritora favorita, y seré eternamente fiel a la persona que me provoca mil y una sensaciones con sus escritos.
    Yo también te quiero, más de lo que podría describir con palabras.

    ResponderEliminar